No hay nada más desesperante que sentir que te falta el aire. Respirar es una función vital básica y por eso la terapia respiratoria cumple un papel central en todos los servicios de atención médica. Podemos pasar varios días sin comer, o incluso sin beber agua. Pero sin oxígeno no podemos sobrevivir más que unos pocos minutos. El abastecimiento debe ser constante y abundante. Por eso, cuando el funcionamiento del sistema respiratorio se ve comprometido, la calidad de vida del paciente se ve seriamente afectada. Es estos casos cuando se requiere de una terapia respiratoria de modo urgente.
La terapia respiratoria se define como la atención médica centrada en restaurar o preservar la función del sistema respiratorio, que es el encargado de llevar oxígeno a las células y llevarse el dióxido de carbono. Es decir que reúne todas las evaluaciones, prácticas y tratamientos que se aplican a pacientes con los objetivos de mejorar y fortalecer su sistema respiratorio. Las terapias respiratorias pueden ser llevadas a cabo en centros médicos y también a domicilio
En qué consiste la terapia respiratoria
La terapia respiratoria incluye la evaluación del paciente y diversos tratamientos. Entre ellos:
- Oximetría de pulso: Sirve para medir la cantidad de oxígeno presente en la sangre. Eso permite determinar la presencia y/o la gravedad de los trastornos pulmonares.
- Inhaloterapia: Se refiere al suministro de medicamentos en forma de aerosol a través de su inhalación.
- Humidificación de las vías respiratorias: La humedad es un elemento central del sistema respiratorio, y cumple la función de dar mayor fluidez a las secreciones retenidas para que puedan ser expulsados con facilidad.
- Oxigenoterapia: Consiste en la administración de oxígeno en una concentración mayor a la del aire ambiente. Eso favorece la absorción del oxígeno y alivia los síntomas de los problemas respiratorios.Aspiración de secreciones: Es una terapia respiratoria que se realiza para eliminar mucosidades (secreciones) que impiden el correcto ingreso de aire a los pulmones.
- Rehabilitación respiratoria: Incluye la educación en técnicas respiratorias y la realización de ejercicios que tienen el objetivo de fortalecer todos los músculos implicados en la respiración.
- Fisioterapia torácica: Son maniobras externas (como percusión, vibración y drenaje postural) que favorecen la movilización y eliminación de secreciones presentes en las vías aéreas.
Qué equipos se requieren
En muchas ocasiones, la terapia respiratoria requiere del uso de equipos específicos que tienen un impacto directo en la efectividad del tratamiento y la calidad de vida del paciente. Veamos algunos:
- Máscaras: Existen algunas que cubren la nariz y la boca, y también las hay para el rostro completo.
- Nebulizadores: Sirven para la inhaloterapia, ya que es un dispositivo que convierte un medicamento líquido en vapor respirable.
- Espirómetro de incentivo: Es un dispositivo diseñado para fortalecer los músculos respiratorios a través de ejercicios de respiración profunda.
- Válvulas de fonación: Es un elemento que permite hablar a algunos pacientes traqueotomía.
Hay muchas razones por las que un médico podría recomendar una terapia respiratoria. En algunos casos pueden ser razones puntuales como un accidente o inhalación de humo durante un incendio. También es posible que un paciente la necesite después de una cirugía. Sin embargo, la terapia respiratoria es más frecuente en adultos mayores, en especial aquellos con enfermedades respiratorias crónicas como asma y EPOC.